sábado, 27 de julio de 2013

“EL OLOR DE TU AUSENCIA”

APUNTES SOBRE LA DIRECCIÓN DE ARTE


Oscar Octavio Soza Figueroa (*)

Visto a 5 años de distancia puedo afirmar que la fuerza motora de la película “El olor de tu ausencia”, no recayó simplemente en nuestra forma de hacer cine o en la metodología empleada, sino, en el equipo humano que trabajó en ésta producción. Parte de este equipo fueron: Martin Boulocq y Rodrigo Bellot, productores ejecutivos del filme, quienes además resultaron ser cómplices y consejeros íntimos en el proceso de la película.
En la época cuando empezó el rodaje, todo el equipo sintió un entusiasmo delirante, liberación e independencia, el trabajo fue duro y lleno de incertidumbres, sin embargo Eddy Vasquez director del filme, se abrió a todos posibilitando que cada área hiciera su aporte a la película.
A falta de un guión concreto contábamos con una estructura, “la historia”. Recuerdo las noches donde nos reuníamos para planificar las escenas, cuál era el sentimiento que se quería generar y la importancia de las escenas que Eddy nos describía pausadamente, algunas eran imposibles de lograr para el día o la semana siguiente, así que Héctor Olmos y David Vela quienes se encargaban junto con Álvaro Ruiz de la producción, conseguían adaptar un cronograma según las necesidades. En mi caso más aun, porque que tenia que adaptar espacios físicos, transformarlos para generar ese sentimiento de organicidad y coherencia con la historia que se quería contar.
A finales del 2007 la producción había alquilado dos casas en las cuales viviríamos y trabajaríamos. Alrededor de 18 personas convivimos en un espacio donde había libertad creativa para repensar las acciones que queríamos tomar, entre ellos: el equipo técnico, los actores y los amigos, quienes nos acompañaban y nos ayudaban ocasionalmente para apurar el proceso de pre-producción.
El dinero fue una de nuestras mayores preocupaciones, así que había que tomar decisiones precisas para ahorrar lo que se podía. El departamento de arte el cual dirigí tenia la gran responsabilidad de administrar gran parte del presupuesto, que en general cubría necesidades básicas. Diseñamos un sistema de color para cada personaje que no sólo incluía el vestuario y la elección detallada de objetos que generaran el ambiente. Nuestra meta junto con: Natalia Daphné, Judi Rojas y la Negra, era que los espacios cuenten el resto de la historia que no entraba dentro del “guión”, pero, que formaban un continuo con la historia. Trabajamos días y noches creando texturas, pasajes lumínicos y ambientes que de alguna manera contengan el sentimiento de las escenas.


La mayor satisfacción era durante la revisión de las escenas grabadas, era fantástico, noches donde veíamos cómo nuestro trabajo tomaba cuerpo y adquiría el alma que estábamos buscando.
Los primeros meses del 2008 llegaron los días donde perseguíamos la lluvia, recorríamos la ciudad en busca de tomas donde el agua ese material líquido que toma la forma de lo anhelado, de una tristeza que embarga, era esencial para la película, así como el agua que no se contiene en las manos poco a poco nuestras fuerzas se iban desfondando de ese vaso que parecía vacío. Tuvimos que parar el rodaje, una de las decisiones más duras de la producción, habíamos invertido mucha energía pero llego el momento donde teníamos que descansar, alejarnos y reflexionar, ya no podíamos ser objetivos con la producción. Fueron alrededor de 3 meses donde nos dimos un descanso. Al regresar de esas “vacaciones” teníamos que terminar lo que habíamos empezado. Una de las cosas mas problemáticas en mi área fue volver a recolectar los objetos de la casa de don Abad, esto se logró gracias a los inventarios que hicimos de ellos. Terminadas las últimas escenas de la casa en Cochabamba, la recompensa llegaba: un viaje hacia el desierto de sal, lo inalcanzable parecía terminar pero sólo era el inicio de otro ciclo. 
Fueron 5 años de producción invertidos en un largometraje que intenta hablar honestamente acerca de la migración, pero desde la mirada propia de los que se quedan y los que deben irse; acerca de la nuestra identidad y nuestra realidad. Tres historias que se mezclan y se entretejen creando una red en un universo finito. Tres personajes que ven y reflexionan sobre el presente, el pasado, el futuro, la esperanza, la nostalgia y los sueños.

(*) El autor de ésta nota es el Director de Arte de la película: "El olor de tu ausencia"





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